El lenguaje también tiene sus trampas. Se habla de redes sociales, pero no se explica a qué se refieren al estar refiriéndose. Aparentemente, al hablar de redes sociales nos referimos a los contactos que se realizan en la Web y que, al ampliarse y multiplicarse entre los contactos individuales, se forma una basta conexión de personas que abarcan a grandes sectores sociales. Pero, en lo personal, prefiero referirme a las redes como las trampas que se fabrican para atrapar peces, desprevenidos de este tipo de artefacto y de los cuales es difícil que se libren. Porque en un sentido bastante parecido funcionan actualmente las redes sociales, fáciles de manipular y controlar.
Hoy se habla, por ejemplo, que la población está despertando, y que ya no confía en los políticos, por la corrupción campante de todos los políticos, de izquierda y de derecha. Es el pueblo quien tomará las riendas del poder y se pondrán gobiernos más sanos y con el enfoque hacia la sociedad entera. Al menos no lo dicen, pero lo dan a entender. Y yo creo que esto es lo más estúpido que se pueda decir. Sobre todo porque se repite que el pueblo o la sociedad no es de izquiera ni de derecha.
Ante todo hay que observar que la raíz de todos los problemas actuales, a nivel comunidades y a nivel mundial, no es la corrupción de los políticos. Ésta ha sido sempiterna, ahora más visible, pero siempre ha existido. La raíz del problema radica en aquellos que controlan y detentan el poder ecónómico. La política siempre ha estado al servicio de los sectores económicos poderosos. El juego que ahora se tiene, al acusar a los políticos, es apartar a aquellos que en algún momento fueron sus enemigos o que, a futuro, podrían volver a ser sus enemigos. No deben dejarlos progresar ...
Falta aún más reflexión ... continuaremos.