sábado, 5 de diciembre de 2009

La Verdad


En la época de los Estados en Guerra, China (siglo IV a.d.n.e.) Tso Chi, cortesano del Rey Wei de Tsi, le explicaba: "Señor, sabe bien que no soy feo; aunque no soy el más bello de la corte.

Aunque en el Norte vive el Sr. Shu, que realmente un hombre muy bello. Estaba un día yo, arreglándome frente al espejo y le pregunté a mi esposa -'¿quién es más bello, Shu o yo?'. A lo que me respondió: 'Obviamente, tú eres más bellos, esposo mío'. Al día siguiente le hice la misma pregunta a mi concubina y ella me dió la misma respuesta. También tuve la oportunidad de hacer la misma pregutna a un huesped que tuve, en esos días, en mi casa. Y me respondió también lo mismo.

Lo interesante es que el Señor Shu vino a verme hace poco, por negocios en común.

Definitivamente, era mucho más bello que yo. Esto me llevó a reflexionar: "Mi esposa me dice que yo soy bello porque está conmigo; mi concubina también lo dice porque yo le doy dinero; y mi hesped espera algo de mi. Majestad, toda la gente que hay en tu corte os favorece, os temen o esperan algo de tí. Es difícil que obtengas la verdad".
R.G.H. Siu

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