Hemos venido al mundo a vivir, sin otro proposito que lo que hemos dicho, vivir. Pero vivir tiene un amplio espectro, objetivos y subjetivos. Algunos nacemos sanos. Otros nacen con problemas congenitos y, ni modo, tienen que soportar una vida mas dura que la de los otros. Pero hemos nacido para vivir. Lo malo es que la misma evolucion de la sociedad humana, con sus logros y defectos, nos hecho
creer que el proposito es otro. Algunos son materialistas, cayendo en el mercantilismo vil; otros, al contrario, se van al extremo espiritual. Pero la vida hay que vivirla. Y si podemos hacerla con humos, bien. Si no podemos tener humor en la vida, que triste!
Pero los discursos sobre la vida suenan huecos cuando no se refieren a lo concreto. La vida es dura en nuestros paises. Y es mas dura y cruel en los paises en guerra y en aquellos que han sufrido tragedias naturales con las cuales no han podido hacer mas que lamentar las muertes ocasionadas por su carencia de mejores viviendas o mejor infraestructura en las ciudades. Haiti es un ejemplo de lo ultimo, e Irak de lo primero. Pero la vida debe seguir.
Solidaridad con aquellos que sufren, ese es nuestro deber. Yo he llegado a tener una vision muy pesimista sobre la humanidad. Tengo miedo que estemos llegando al fin de nuestra especie. Las profesias se han cumplido, a pesar de nosotros mismos, como seres humanos. Y cada solucion pareceria que nos acerca mas al fin. Un premio Nobel de la Paz promoviendo guerras justas me parece de los mas ilogico y patetico. Pero la gente parece no tener sangre en las venas, pues no hay indignacion alguna por el sufrimiento de la gente que sufre la guerra. Y esta, cada vez es mas cruel y reclama mas vidas en menos tiempos. Al final, la guerra acabara con toda la especie humana.
Sin embargo, la vida continua. La gente se enamora. Yo mismo me he sentido enamorado de alguien por un poco mas de diez largos ciclos anuales. Y me analizo, diciendome que no estoy enamorado, que es simple ilusion. Pero me siento, me he sentido durante todo este tiempo, como un adolescente, sufriendo y alegre de estar sufriendo. Las canciones populares ya me parecen justas y correctas, que describen mis pesares. Y eso, eso, recalco, es vida. Porque la vida es lo que uno percibe y uno recibe y da. Es una desgracia, como decia Carlitos, que uno ame y no sea correspondido. Pero es vida.