De casualidad me encontré hablando con una amiga del poeta Roque Dalton. Hablaba con una amiga mutua y, en la conversación, se derivó a su amistad en la niñez y juventud con Roque Dalton. Ambos vivieron cerca, a una o dos cuadras. Se llevaban muy bien.
Comentaba que, en los primeros años de estudios de derecho, terminó un poema con la frase: "y por eso odio a mi profesor de derecho penal". Al parecer, el profesor, el Dr. Arrieta, se dio cuenta y le reclamó: "¿Yo, qué te he hecho?", a lo cual Roque le contestó: "Nada, lo que pasa es que solo así me sale la rima".
También comentaba sobre su capacidad de comportarse insolentemente. Extrovertido, pero siempre a la espera de la inspiración. De repente, mientras caminaban, y no solo una vez, le pedía a su amiga que se detuviera y le prestara la espalda, para poder escribir su inspiración.
Comentaba que, en los primeros años de estudios de derecho, terminó un poema con la frase: "y por eso odio a mi profesor de derecho penal". Al parecer, el profesor, el Dr. Arrieta, se dio cuenta y le reclamó: "¿Yo, qué te he hecho?", a lo cual Roque le contestó: "Nada, lo que pasa es que solo así me sale la rima".
También comentaba sobre su capacidad de comportarse insolentemente. Extrovertido, pero siempre a la espera de la inspiración. De repente, mientras caminaban, y no solo una vez, le pedía a su amiga que se detuviera y le prestara la espalda, para poder escribir su inspiración.
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