Hipatia

Todavia no ha llegado a nuestro pais el film Agora, de Alejandro Amenabar. Sin verla es dificil opinar. Se trata de la vida de Hipatia la matemática, astrónoma y filósofa neoplatónica, quien murio a manos de la plebe, instigada por el obispo de Alejandria, San Cirilo. La muerte de Hipatia fue una muerte cruel. Se dice que le arrancaron la carne de sus huesos con cuchillas hechas de conchas. Cruel y cinicamente simbolica, por las conchas. Si en la pelicula se muestra la muerte por lapidacion es dificil no decir que es una manipulacion del contexto.

De Hipatia se tienen pocos datos. Resulta asombroso que conozcamos su nombre, pues de las victimas se trata de ocultar todo. Y de esta sabia, solo sabemos que con su muerte el sol de la sabiduria se escondio para toda Europa, comenzando lo que hoy se conoce la Edad Media. Ya sabemos que los griegos conocian que la tierra era redonda. Habian calculado las distancias basicas de la tierra. Tambien estaban seguros que la tierra giraba alrededor del sol. Con la muerte de Hipatia, repetimos, todo esto se oculto. Los libros se quemaron. Los que se salvaron fueron guardados en conventos y abadias.

El mundo occidental inicio una epoca de cambios brutales. El gran imperio romano se hundia y se conformaban otros poderes, mas pequenos y mezquinos. De Asia comenzaban a llegar tribus nomadas y en Arabia se convertian al islamismo, uniendose todos para formar un solo pueblo.

Al interpretar todos estos hechos nos enfrentamos a un problema, pues los vemos con los ojos del prejuicio. Nos sentimos ofendidos cuando decimos que a Hipatia la asesinaron cristianos fanaticos. Y creemos que al recordar su vida y su muerte, calificamos negativamente al cristianismo. O que negamos el cristianismo. No se trata de eso. Simplemente establecemos un hecho, la muerte injusta y cruel de una cientifica, la primera en la historia de la humanidad.

Tenemos una vision de nuestro propio universo. Cuando los hechos no coinciden con este universo sufrimos una serie de frustaciones que descargamos en otros. Llegamos incluso a odiarlos, aunque sea en segundos. Pero la vida es asi, asi ha sido y asi sera