Brandon Smith, en su artículo, dice muchas cosas interesantes. Entre tantas, que no hay nada más patético, en mis palabras, que un esclavo que se cree libre y, peor aún, alguien que trate de explicarle el por qué no es libre. Es claro que no lo dice por los esclavos reales, que todavía existen en este pequeño planeta de seres ingenuos y peligrosos. Lo dice por la persona "común y corriente", no solo de la que están llenas las democracias de los países occidentales, sino por las personas "comunes y corrientes" de todo el mundo.
En estos días oímos el clamor, igualmente patético, de los "empresarios" salvadoreños, respecto al manejo de la cosa pública. Recuerdo que, en un inicio, clamaban por mantener las reglas del juego, puesto que "los inversionistas" querían reglas fijas. Sin embargo, a modo de recordatorio, ellos fueron los primeros en cambiar las leyes, en la Asamblea Legislativa, de la Federación de Futbol, para que el Alianza no bajara de categoría. Si así se comportaran los legisladores argentinos, todavía estaría vivo, en primera división, el River. Pero, me parece, allá son serios.
Volviendo a lo que dice Smith, hay nueve consejos para buscar la libertad.
En estos días oímos el clamor, igualmente patético, de los "empresarios" salvadoreños, respecto al manejo de la cosa pública. Recuerdo que, en un inicio, clamaban por mantener las reglas del juego, puesto que "los inversionistas" querían reglas fijas. Sin embargo, a modo de recordatorio, ellos fueron los primeros en cambiar las leyes, en la Asamblea Legislativa, de la Federación de Futbol, para que el Alianza no bajara de categoría. Si así se comportaran los legisladores argentinos, todavía estaría vivo, en primera división, el River. Pero, me parece, allá son serios.
Volviendo a lo que dice Smith, hay nueve consejos para buscar la libertad.
- Nunca dar por nada por sentado. Todo hay que cuestionarlo y, si se trata de obtener algo, asegurarse de obtenerlo. No tenemos ningún derecho ganado, todos hay que ganarlos en el momento que hacemos uso de ellos.
- Hay que educarse. Esto es importante y es lo que carece la mayor parte de la gente y por ello se aprovechan los políticos y sus dueños. No hay excusas para no buscar el conocimiento. Con la educación dejamos de ser borregos.
- No ser un marica. No. No se refiere a ser gay, se refiere a no ser un pusilánime. La libertad se gana a pulso.
- Dejar que otros te digan lo que tú tienes que hacer. Las decisiones debemos hacerlas nosotros mismos. Por cierto, esto me recuerda de la polémica que han desatado algunos intelectualoides: votar por personas, no por partidos. Y hablan de que hemos evolucionado. Tal vez porque ya no tenemos cola. Pero seguimos siendo los mismos burros y borregos.
- Deshacerse de lo innecesario, manteniendo lo que es eficaz.
- Ignorar las etiquetas del "Establecimiento". Antes, para desacreditar al insumiso, se le decía comunista; luego, subversivo. Hoy terrorista. Luego, musulmán. Luego, a saber qué. Hay que investigar qué es lo que se dice, entender al otro, a los otros. No hay que etiquetar a nadie.
- El cinismo es el camino para derrotar la esclavitud. No se trata de ser nihilista. Y, volviendo al voto por particulares y por partidos, no es que me gusten los partidos; pero, hoy por hoy, son los instrumentos idoneos para las elecciones. No creo que con ser escéptico a ultranza se logre alto.
- La verdadera autoridad deriva del respeto ganado, no comprado o usurpado. Y, siempre con el tema de los partidos políticos, partidos como el PCN y la Democracia Cristiana y los políticos que la conforman, no se han ganado este respeto. Ojo!
- Tomar la libertad como algo personal.
- Nos guste o no nos guste, estamos en un campo de batalla y estamos en medio de la refriega. A nosotros nos toca actuar.
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