Las contradicciones que se dan en la sociedad nuestra se ven reflejadas en las actuaciones de la Fiscalía. Por un lado se persigue a un grupo de corruptos (que no lo serán sino hasta que se pruebe que en realidad lo son, legalmente); pero se ha dejado de perseguir otros corruptos que pudieron haberse enriquecido, robado, más que los presentes. Pero un ladrón de 1 centavo es un ladrón, lo mismo que el que roba millones, también es ladrón.
Pero perseguir el delito, comentando lo que se encontró en la casa del fulano investigado, o divulgar a la prensa de contratos encontrados no lo creo ético. No sé si esto es legal, pues no soy abogado (roba más un abogado con maletín que un ganster con metralleta, decía Don Corleone), pero me parece que es afirmar un delito fuera del juzgado.
Esperaremos a ver si no es parte de un show, o es real. Yo no me divierto, por cierto.