Una de estas noches me encontraba viendo el cielo. Desde donde estaba, en el campo, veia una infinidad de estrellas que no se pueden ver en los cielos nocturnos de la ciudad. Bellisimo. Al llegar a dormir me quede pensando en lo egoista que somos, hombres y mujeres, como constituyentes de sociedades amorfas y que carecen de cualquier sentido, a menos que los impregne el egoismo.
Como seres humanos nos hemos acostumbrados a pensar en que somos los amos de la creacion. Como tales nos hemos vuelto egoistas a la maxima expresion. De tal forma que pensamos, por ejemplo, que el fin del mundo esta cerca, que somos la "generacion privilegiada" que vera el fin del mundo ... y de ahi ... nadie mas gozara de una existencia posterior. Lo chistoso, lo tragico, es que quienes creen en este fin del mundo, los dirigentes de las pocas naciones poderosas, nos estan conduciendo a este fin del mundo.
Creemos que hemos llegado a un desarrollo, como seres humanos, jamas alcanzado en la historia. De eso se encargan los medios de comunicacion, en especial las peliculas de Hollywood, que nos preparan para desgracias futuras con alegorias del fin del mundo, de catastrofes planetarias o de cambios climaticos. Se sabe, por las probabilidades que se dan en toda la naturaleza, que cualquier catastrofe puede ocurrir; pero el fin de los cuentos filmicos no es traer a cuenta estos fenomenos, sino traducir el desboronamiento de la sociedad imperial de los estados unidos en tragedias naturales, antes las cuales es dificil resistir.
Pero eso es parte de lo que pensaba en esa noche estrellada. Se me vino a la mente una de las canciones populares mas hermosas: "Solamente una vez". La melodia es hermosa, pero la letra nunca la llegue a entender sino cuando el tiempo ha dejado las huellas en mi vida. Solamente una vez, puedo decir, he amado en la vida. Algunas mujeres dejaron recuerdos bellos en mi vida; pero solo una me dejo pronunciando su nombre en noches como la que vivi en el campo.
Ni modo, son experiencias de las que uno sale fortalecido, o entristecido. Lo cierto es que es dificil permanecer ecuanime cuando un ama a una persona. Decia Carlitos que amar sin ser amado, es una desgracia. Y, en esa ocasion, me senti un desgraciado. Gracias Carlitos, gracias...
Y hablando de Carlitos, hace poco leia un libro de su amigo Friedrich. Me emocione mucho al leerlo, tan simple sus explicaciones, tan claras y tan poco leidas. Sobre todo por las mujeres feministas, quienes tildan a Carlitos y a Friedrich, su amigo, de machistas. Pero bien, la ignorancia es intrepida, como dicen.