Enero 2010

Comenzamos un nuevo año, el 2010 de la era contemporanea. Yo lo comienzo sin acentos y sin eñes, pues no los tengo presentes. Las eñes las pego y copio para no dejar de escribirlas. Pero los acentos, al menos por ahora, me es imposible ponerlos. Pero bien, esto es superable al leer el contexto de lo que puedo escribir.

Me alegra ver este nuevo año. Me parece que sera algo fuerte y dificil para muchos; pero sera de muchos cambios. Nos atormentan la economia, la inseguridad social, la delincuencia y otra serie de problemas dificiles de resolver. Claro, podemos caminar y proponer cualquier solucion, de s esas que proponen los grandes medios de comunicacion; pero sabemos que no es tan facil, como lo proponen. Por ejemplo, no bastan las leyes ni la policia con los militares para parar la delincuencia. Pero se hace algo cuando se machaca con aquello de los valores, aunque, como he escrito en alguna ocasion, los valores no se imponen desde afuera, es la sociedad la que los crea y estos son dificiles de crear, en el ambito de un mundo mediatizado con intereses que no lo son de la misma sociedad.

Pero tenemos que ver el futuro con la vista al frente, para tomarlo en nuestras manos.