domingo, 25 de febrero de 2018

Una sola golondrina no hace verano ... pero puede que no sea la única

Se me hace difícil sentarme y ver las noticias sobre lo que ocurre en la península coreana. O el trato que está recibiendo Irán. Por un lado, no tengo toda la información necesaria para formarme una visión clara de lo que pasa. No creo en los argumentos de un energúmeno como lo es el Presidente de los Estados Unidos actual, Donald Trump. Ni los creería cualquiera que pudiera ser el presidente de esa nación. Toda su historia está basada en mentiras, prejuicios e intereses de dominio. Y no es una opinión, son hechos. Y esto se repite actualmente.

No puedo dejar de hablar así pues en la cuestión nuclear no tengo la suficiente fuerza para poder ser oído por todo el mundo. Sin embargo, una decisión que tome el presidente Trump, apoyado por el Pentágono y por las fuerzas del gobierno profundo de los Estados Unidos afectará a todo el mundo, incluyéndome a mi, que no soy nadie. La humanidad entera sufriría con un enfrentamiento nuclear. Los efectos no son predecibles.

Es por ello que levanto mi voz, a través de este sencillo blog, para protestar en contra de la bomba nuclear. No a la amenaza nuclear! No a la bomba nuclear! Basta de amenazas!

viernes, 16 de febrero de 2018

Elecciones

Hay elecciones en las proximidades. Esta vez son de Alcaldes y Diputados. Y muchos están enfocados en esta actividad. De mi parte he decidido no oír a nadie, a ningún candidato, a ningún partido. Lo hago en forma intensionada y consciente. Pero no caigo en el error de creer que la política y los políticos son corruptos. Eso ha sido así desde el inicio de la civilización. Los que hoy por hoy mencionan la decepción que sienten por la corrupción solamente están siguiendo la corriente de aquellos que quieren manipular la opinión pública para sus propios fines. 

Creo que la mejor opción es oirlos, a pesar del hecho que yo no los oigo. Pero es sencillo oirlos y ver entre los candidatos o de los partidos, quienes nos convienen.

En primer lugar, hay que saber que la vida moderna nos puede confundir. Se nos habla de progreso y se nos hace ver que el progreso son edificios nuevos, carreteras nuevas, de aumentar la seguridad ciudadana, de dar nuevas leyes para el primer trabajo, construir ciudades de jóvenes o de mujeres. Todo bonito; pero es como oir llover. No hay nada en concreto. Pero, lejos de eso, también se puede leer lo que proponen, que no es vida, todo lo contrario. 

Es que si algo no tiene como propósito generar vida, facilitar la interrelación como pueblo, su propósito final es la muerte, como uno quisiera entenderla.


miércoles, 14 de febrero de 2018

Masonería o el miedo a lo desconocido y el odio a lo que no se comprende

En Facebook y en Youtube veo con frecuencia páginas antimasónicas. También en Blogger se pueden encontrar estas páginas. Y casi todas tienen algo en común, los que las escriben, editan o filman no son masones; pero dicen conocer los secretos más íntimos de la masonería. 
Por mi parte no pretendo conocer la masonería. Tendría que ser un erudito, que no lo soy, en estos temas. Pero tampoco puede decir que es una sociedad dedicada a apoderarse del mundo, imponiendo una agenda diferente a lo que se supone tiene el mundo en general.
Se dice que quieren tener un gobierno único. También se dice que quieren hacer una sola religión. Lo curioso es que ese era el intento de muchos imperios en la antiguedad, o de algunas grandes religiones como el Islamismo y el Cristianismo, que fuera de ellos no hay posibilidad de salvación una vez muertos fuera de esas creencias. En cambio, en la masonería se respeta la libertad de cultos. Lo que sí se predica es la unidad humana, la fraternidad universal, que es diferente a una sola creencia, bajo un solo mandato. 
He oído de boca de obispos las maldiciones en contra de la masonería, de aquella creencia en la que detrás de esta organización estaba el comunismo y los judíos. Me asustó al oír ese anatema en boca de un representante de la jerarquía eclesial. Me asustó porque tenía apenas unos 12 años de edad. Hoy, con todo el tiempo que ha pasado, y ha pasado toda una historia, me doy cuenta que asustaba con el petate del muerto. La Masonería no es lo que se dice.
Han habido masones, de carne y hueso, cuya conducta es repobable. Pero, visto desde una perspectiva más amplia, todas, todas las organizaciones tienen sus pécoras negras. OXFAM, en estos últimos días, por ejemplo, ha pasado a ser una ONG digna de respeto a una organización de depravados sexuales, todo por unos cuantos degenerados. Y lo mismo se puede decir de otras organizaciones. Pero no se trata de condenar a nadie, sino poner todo en perspectiva.
La masonería no trata de defenderse. No le hace falta. Ingresan a sus filas personajes de todo tipo. Los filtra, pero se le escapan muchos. Pero tampoco impide su salida. Algunas veces se equivoca. Otras veces se deja llevar por la política del momento. Y se puede equivocar totalmente, sobre todo cuando trata de inmiscuirse en lo que no le concierne como Orden. Franco, el general, promulgó una ley en la que ponía en el mismo saco a la masonería con el comunismo. Hoy, algún oriente acusa de comunista a un régimen, sacándolo del saco en el que están juntos.
Pero, sin desviarnos sobre el tema, la masonería no pretende influir en estados o naciones. Se mantiene al margen como organización.  De lo que se trata es formar a un hombre moralmente. Y como tal se vale de un método en el que utiliza símbolos para exponer la forma en la que deben moverse, crecer, todos los hombres que ingresan a sus filas.
De lo que se trata pues, es de hacer hombres que buscan la verdad. Hacer hombres que amen la vida, que la fortalezcan, que hagan un mundo mejor, de fraternidad plena.