El pensamiento forma parte de los atributos que definen a los seres humanos. Ahora bien, ¿qué pensamos?¿cómo pensamos? Un psicólogo podría indicarnos los mecanismos de cómo pensamos y qué es lo qué es lo que determina el por qué pensamos como lo hacemos. Sin embargo, mis reflexiones no alcanzan este campo, sino más bien, trato de entender cómo pensamos a raíz de mi propia observación de los hechos y de las gentes.
Al hablar con algunas personas, de todo nivel económico, me he dado cuenta que la mayoría tiene una visión del mundo bastante cerrada. Tal pareciera que la tierra fuera plana y que, pese a que ya sabemos que no lo es, hay un límite fuera del cual es imposible sobrevivir. Hablar de religión, por ejemplo, se vuelve visceral, si no se está de acuerdo con lo que uno de los interlocutores dice, sobre todo si se aparta de lo que el oficialismo eclesial dicte (el que sea). Incluso, se tiene que tener cuidado de no ofender, pues los cristales de la ideología religiosa son fáciles de romper. Hablar de política es otro tema del cual es difícil hablar. La mayor parte de las veces porque los temas están dominados e influidos por los medios de comunicación que, por lo general, forman parte del sistema construido por los poderes económicos de una sociedad. Por lo general se tratan los temas políticos en forma coyuntural, manteniendo lejos el devenir de un hecho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario