sábado, 30 de mayo de 2009

He pasado varios días sin ver periódicos, sin oír la radio, sin ver la televisión. ¡Se siente bien! Lo interesante es que uno se encuentra con el mundo funcionando igual que siempre, con muchas contradicciones y peligros.

Por ejemplo, acabo de encontrar una noticia que dice que un pastor salvó su vida gracias a que una bala, dirigida a él, le dió a un libro de salmos (leer). Me hizo recordar una película en la que el protagonista, borracho, se acerca a un pastor que despide a la feligresía en su iglesia y le dice que fue testigo de un milagro en la guerra del Vietnam. Un compañero suyo llevaba una Biblia en su cuerpo, fueron emboscados por el omnipresente Charlie y acribillados a diestra y siniestra. El milagro fue que a su amigo le cayeron más de cincuenta balas, pero ni una sola de ellas, ni una tan sola, chocó contra la Biblia.

También me llamó la atención de nuevo el Padre Alberto, del cual ya había dado mi opinión (leer). Hoy se volvió Episcopal. Lo que creo es que quiere seguir viviendo de y no para el objetivo que se supone vivía. Es mi opinión.

Aunque he vivido estos días, en este país tan chico, las ansias de la población por el cambio de gobierno, no deja de sorprender que los medios de comunicación no solo informan, sino que tratan de formar opinión, además de que, en el fondo, parecen tener una agenda algo clara, para luego manejar lo que se viene a su propia manera.

En fin, es muy bueno vivir un poco alejado de los medios, sean en Internet o fuera de la red.

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