Ayer fue un día histórico. La Manifestación del Primero de Mayo fue muy concurrida; pero más que que eso, se vivió con un espíritu de alegría y esperanza. No se puede dejar de mencionar que todos estos días, hasta que se llegue el 1 de junio se vive la esperanza y se vive con el nerviosismo para que el cambio comience a manifestarse.
En lo personal me llenó de alegría encontrarme con amigos a quienes no veía en años, más de treinta, algunos; otros, unos veinte. Ni el nombre les recordaba, pero nos identificamos por los momentos que convivimos como estudiantes de secundaria y de universidad, momentos en que no importaban los títulos y diplomas, sino el deporte que practicábamos o las organizaciones estudiantiles a las que pertenecíamos.
La gente se volcó con alegría y con un espíritu de unión. La mosca en la sopa la pusieron los políticos de la asamblea. Y da tristeza mencionar este hecho, pues la gente decente y honesta, y me considero así, no podemos dejar de avergonzarnos de la clase de tipos que llegan a la asamblea. Un presidente que no tiene vergüenza, pero que se jacta de ser un político muy capaz. Recordamos cuando se lanzó para diputado por el departamento de Cabañas y "no salió electo", pero, por componendas, lo hicieron diputado del Parlacen. Luego, en estas elecciones, tampoco salió electo directamente, sino por los famosos residuos ( 2 + 2 = 5, según este personaje). Y también, por componendas, destituyó al candidato que iba por su partido. Este es el verdadero virus de la Fiebre Cochina!
Pero bien, no quiero salirme del tema. El día, en si, fue un día alegre. El Presidente Electo, se presentó al pueblo y habló. Todos tenemos fe que mantenga su palabra y tenga la suficiente visión para poder dirigir a nuestro pueblo. Es el presidente electo para todos los salvadoreños, pero eso no quiere decir que los que tienen más, pesan más. El pueblo pesa más.
En lo personal me llenó de alegría encontrarme con amigos a quienes no veía en años, más de treinta, algunos; otros, unos veinte. Ni el nombre les recordaba, pero nos identificamos por los momentos que convivimos como estudiantes de secundaria y de universidad, momentos en que no importaban los títulos y diplomas, sino el deporte que practicábamos o las organizaciones estudiantiles a las que pertenecíamos.
La gente se volcó con alegría y con un espíritu de unión. La mosca en la sopa la pusieron los políticos de la asamblea. Y da tristeza mencionar este hecho, pues la gente decente y honesta, y me considero así, no podemos dejar de avergonzarnos de la clase de tipos que llegan a la asamblea. Un presidente que no tiene vergüenza, pero que se jacta de ser un político muy capaz. Recordamos cuando se lanzó para diputado por el departamento de Cabañas y "no salió electo", pero, por componendas, lo hicieron diputado del Parlacen. Luego, en estas elecciones, tampoco salió electo directamente, sino por los famosos residuos ( 2 + 2 = 5, según este personaje). Y también, por componendas, destituyó al candidato que iba por su partido. Este es el verdadero virus de la Fiebre Cochina!
Pero bien, no quiero salirme del tema. El día, en si, fue un día alegre. El Presidente Electo, se presentó al pueblo y habló. Todos tenemos fe que mantenga su palabra y tenga la suficiente visión para poder dirigir a nuestro pueblo. Es el presidente electo para todos los salvadoreños, pero eso no quiere decir que los que tienen más, pesan más. El pueblo pesa más.
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