La siguiente figura, muy esquemática, es una perspectiva que siempre me ha intrigado. Dos individuos, A y B, observan un grupo de personas que rodean a otros personajes, X e Y. Ambos están tratando de entrar en contacto visual con dichos personajes. No sabemos los motivos. Lo cierto es que están en los alrededores de la gente que mantiene un contacto con estos últimos.
X es una persona pequeña, mide menos que el promedio de las personas que lo rodean. Y, en cambio, es una persona alta. A tiene una estatura promedio y B es pequeño, muy pequeño. A, desde su perspectiva logra visualizar a Y, pero no logra ver a X, como puede observarse por las líneas que van desde A hasta X e Y. B no puede observar a X, pero a duras penas puede observar a Y. A, entonces toma la decisión de subirse a un sicomoro y llegar a un punto C. Entonces, la perspectiva cambia. Puede observar cómodamente a los dos personajes dentro de la masa de hombres y mujeres que los rodean.
Hago esta reflexión porque en Lucas 19, 1-10, leemos una historia que siempre me ha interesado, pues dice algo sobre la persona física de Jesús. ¿Era grande o pequeño? En el pasaje no se especifica quién era el pequeño. Según la gráfica anterior, el pequeña era Jesús, pues no se podía ver dentro de la multitud. ¿O era Zaqueo? Nuestras percepciones, y lo que queremos creer, nos indican que Jesús era el grande y Zaqueo el pequeño. ¿O los pequeños no son grandes de espíritu?
sábado, 6 de junio de 2009
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