martes, 23 de junio de 2009

Sobre Tauromaquía y Política

Asistimos a eventos diarios que son importantes para nuestras vidas presentes y futuras, que afectarán también a las generaciones venideras. Pero no sabemos si lo que vemos en los medios, que reflejan las luchas y discusiones sobre temas muy variados son verdaderos o falsos. Mas bien, parece que vieramos una especie de tauromaquía politica. Verónicas, arreones, saltos y sustos son lo que vemos en un espectáculo que ya todos saben en que va a parar y que se ha manejado lejos de la vista del gran público.

Ahora asistimos a dos salidas por parte de la Asamblea Legislativa que no conviene que las dejemos pasar sin hacer algún comentario. Es que nos parece que los legisladores (conservadores y dinosauros) han echado al ruedo. Una de estas salidas lo constituye el matrimonio homosexual. Y, el otro, es el tema sobre la gratuidad del Documento Único de Identidad (DUI). Ambos temas pretenden distraernos de los graves problemas que enfrentamos en el ámbito económico y social: la crisi económica y la ola creciente, aún, de la delincuencia.

En una sociedad machista, hablar sobre homosexuales es casi tabú. No se habla porque se teme a lo desconocido. Y, muchas veces, quienes promueven leyes en contra del comportamiento homosexual, leyes moralistas en extremos, poseen, en su fuero interno, inclinaciones homosexuales. Discutir este tema, sin más ni más, es pretender buscar un gato negro en la oscuridad de un sótano cerrado. Recientemente leímos (leer), por ejemplo, que la naturaleza utilizó como estrategia para la evolución el comportamiento homosexual. Aún más, vemos en un número bastante grande de documentales sobre la vida animal, sobre todo en los mamíferos, el comportamiento homosexual que exhiben los miembros de la manada delante de los machos dominantes. Pero esto es la naturaleza y sus formas de dirigir la evolución. Nuestros problemas sociales son mucho más importantes que preguntarnos si hay o no razón para los matrimonios entre homosexuales. Lo primero que deberíamos discutir es el derecho a la vida, el derecho a la alimentación, el vestido y la vivienda; el derecho a la dignidad de todo ser humano. Luego, deberíamos discutir sobre lo que querramos, pues antes de llegar a preguntarnos si es válido un matrimonio gay, es necesario garantizar la dignidad de todos nuestros semejantes.

Con relación al DUI, su gratuidad en la obtención, también es un capotazo que nos envían los conservadores y dinosauros. Aquí no se trata de ayudar al bolsillo de nadie. Más bien, se trata de llenar el bolsillo de la institución que emite los documentos. Se dice que serán más de un millón de documentos que deben emitirse, a un valor de $10.00 Es decir, el estado debería pagar más de 40 millones de dólares a una empresa privada que es la encargada de elaborar los DUI. Aún peor, no solo los elabora, los maneja. Mantiene la base de datos más importantes del país y nadie supervisa que éstos sean resguardados de un mal uso. No debemos discutir si los documentos deben ser gratis o no; eso es irrelevante (muchos gastan más de $20.00 en tarjetas prepago para teléfono en el mes; y para llamadas inútiles). Lo relevante sería una discusión si la emisión de los Documentos Únicos de Identidad regresa al Estado.


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